Estos son algunos pasos para comenzar:
1. Evalúe su cultura corporativa actual. Observe de cerca su lugar de trabajo y entreviste a los empleados. Considere utilizar una encuesta estandarizada o personalizada.
- Recorra su lugar de trabajo con los ojos de un observador imparcial. Imagínese que es un nuevo empleado que está viendo las cosas por primera vez. ¿Qué observa con respecto a la forma en que se organiza el espacio, las estaciones de trabajo y cómo interactúan las personas? ¿Los empleados se comunican más en persona o por correo electrónico o memos? ¿Cuál es el tono de estas comunicaciones?
- A través de entrevistas en grupos pequeños, converse con los empleados sobre la cultura en su lugar de trabajo. Pregunte cómo describirían ellos la organización a un posible empleado o un amigo. Descubra qué es lo que más les gusta de la organización y qué es lo que más les gustaría ver cambiar. Pregunte sobre qué tipos de personas —desde sus puntos de vista— son las que tienen mayor y menor posibilidades de éxito en la compañía.
- Una encuesta puede ofrecer más información y puede personalizarse con preguntas basadas en las observaciones y entrevistas. En conjunto, estas herramientas de evaluación pueden ayudar a identificar fortalezas y apoyar el trabajo de la cultura corporativa que ha realizado. También puede ayudar a cerrar diferencias y generar cambios. Si solicita a los empleados que realicen una encuesta, esté preparado para actuar según los resultados.
2. Cree un plan de cultura corporativa. Una vez que sabe dónde se encuentra hoy, puede planificar dónde quiere estar mañana. Examine la misión, la visión y los valores de su organización junto con su plan estratégico para asegurarse de que todos estén alineados de forma coherente. Existen muchos recursos en línea para ayudar a desarrollar estos planes y manejar el cambio.
3. Cultive una mejor comunicación. La comunicación abierta, honesta y efectiva es clave para desarrollar una cultura positiva en su lugar de trabajo. Esta comienza con la claridad y transparencia de los líderes y gerentes. Las personas en toda la organización necesitan sentirse cómodas para opinar y hablar sobre sus inquietudes. Se deben fomentar oportunidades de intercambio social. Es posible que las políticas y los procedimientos para manejar las quejas, incluidas las políticas de no tolerancia para la intimidación y el acoso en el lugar de trabajo, deban actualizarse y comunicarse claramente a todos los empleados.
4. Asegure la inclusión en el lugar de trabajo. En un lugar de trabajo positivo, todos los empleados se sienten bienvenidos, valorados y apoyados, independientemente de su raza, edad, sexo, orientación sexual, religión, antecedentes, discapacidad física o enfermedad mental. Ser inclusivo puede impactar las opciones relativas a la instalación de avisos y el diseño de edificios y espacios de trabajo, al igual que las compras de equipos. También puede implicar llevar a cabo capacitaciones en competencia cultural y el sesgo implícito. CareerForce puede ayudar a los empleadores con información y recursos.
5. Ayude a los empleados a aprender y crecer. Un lugar de trabajo positivo es aquel que ayuda a los empleados a desplegar sus alas y desarrollar sus talentos. Crear un plan de desarrollo para cada empleado es un buen punto para comenzar
6. Alinee recompensas y reconocimientos. Asegúrese de que sus prácticas de pago, ascensos, evaluaciones de desempeño, reconocimientos y prácticas de contratación sean coherentes con la cultura que desea implantar. Desarrolle sistemas que recompensen los comportamientos que desea fomentar, como el trabajo en equipo, el respeto, la creatividad y el servicio al cliente excepcional.
No subestime el impacto de tener una cultura positiva en su lugar de trabajo. Le ayudará a atraer, desarrollar y retener talentos. Le ayudará a convertirte en un empleador de preferencia.